viernes, 23 de mayo de 2014

DERECHOS HUMANOS


Los derechos humanos son aquellas "condiciones instrumentales que le permiten a la persona su realización". En consecuencia subsume aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, «sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS


La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) es un documento declarativo adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 217 A (III), el 10 de diciembre de 1948 en París; en ésta se recogen en sus 30 artículos los derechos humanos considerados básicos, a partir de la carta de San Francisco de 1945.



La unión de esta declaración y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos y sus Protocolos comprende lo que se ha denominado la Carta Internacional de Derechos Humanos. Mientras que la Declaración constituye, generalmente, un documento orientador, los Pactos son tratados internacionales que obligan a los Estados firmantes a cumplirlos.


ARTICULO 19.

"Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión".

Síntesis

Uno de los temas con más importancia dentro de la declaración de los derechos humanos para las democracias auténticas es el derecho al voto, pero sin duda el tema más relevante y elocuente es el de la libertad de expresión.

Este derecho tiene directamente relación con todos los medios de comunicación como: la prensa escrita, la radio, la televisión, los libros, el Internet, entre otros. Por ello es muy importante que la libertad de expresión deba ser “garantizada” por todos los gobiernos democráticos. Dichos medios están manejados por seres humanos que generalmente tienen opiniones diversas; muchas veces estas opiniones resultan ser poco imparciales y terminan manipulando a las personas que les llega esta información.

En otros casos se evidencia la parcialidad expresa ya sea en pro del gobierno de turno o completamente contrario a él. Pero se observa una tendencia cada vez más creciente pero indudablemente dañina, sobre todo dentro de las redes sociales, a tratar de limitar, a toda aquella persona que no sea político o periodista, que exprese opiniones o criterios que apoyen su pensar político o social.

Lamentable es constatar que medios de comunicación llamados "alternativos", también difunden sesgadamente las informaciones, lo que hace de la exigencia de respeto a este derecho una tarea de primer orden. Nadie puede ser privado de expresar sus opiniones y su desacuerdo si lo estima conveniente.

Una persona que incursione en el medio artístico, o un ama de casa, un estudiante, entre muchos otros, expresa su apoyo abierto a Capriles o critica al gobierno de maduro (en el caso de Venezuela), tiene inmediatamente una respuesta insultante y descalificadora. Pero mientras tengamos voz, pensamiento y fuerzas; aunque sea  el último aliento, tendremos el derecho universal de expresar lo que pensamos, consagrado en todas las convenciones internacionales.

La “verdad” en muchos casos es difusa, por lo que se termina convirtiendo en una forma de manejar la mentira, o en muchos casos des calificaciones con expresiones como “están desinformados”; como sucede en muchas partes del mundo, incluso  nuestra universidad.

Finalmente quedo con más interrogantes que afirmaciones. ¿Será que solo un bando se cree con el poder de la verdad? O quieren transformar esa gran mentira en una verdad falsa.

Con insultos, me permito si afirmar, que no se logra; convenzamos con palabras y acciones, con el derecho a opinar y dejar opinar, refutemos con argumentos que son más fuertes que las des calificaciones.

La censura y la exclusión en los medios de comunicación son la prueba más clara del nulo reconocimiento de este derecho.

Diego Armando Quimbayo M.