DERECHOS HUMANOS
Los
derechos humanos son aquellas "condiciones instrumentales que le permiten
a la persona su realización". En consecuencia subsume aquellas libertades,
facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o
básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición
humana, para la garantía de una vida digna, «sin distinción alguna de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole,
origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición.
DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
La
Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) es un documento
declarativo adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su
Resolución 217 A (III), el 10 de diciembre de 1948 en París; en ésta se recogen
en sus 30 artículos los derechos humanos considerados básicos, a partir de la
carta de San Francisco de 1945.
La unión de esta declaración y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos y sus Protocolos comprende lo que se ha denominado la Carta Internacional de Derechos Humanos. Mientras que la Declaración constituye, generalmente, un documento orientador, los Pactos son tratados internacionales que obligan a los Estados firmantes a cumplirlos.
"Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión".
La unión de esta declaración y los Pactos Internacionales de Derechos Humanos y sus Protocolos comprende lo que se ha denominado la Carta Internacional de Derechos Humanos. Mientras que la Declaración constituye, generalmente, un documento orientador, los Pactos son tratados internacionales que obligan a los Estados firmantes a cumplirlos.
ARTICULO 19.
"Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión".
Uno de los temas con más importancia dentro de la
declaración de los derechos humanos para las democracias auténticas es el
derecho al voto, pero sin duda el tema más relevante y elocuente es el de la
libertad de expresión.
Este derecho tiene directamente relación con todos los
medios de comunicación como: la prensa escrita, la radio, la televisión, los
libros, el Internet, entre otros. Por ello es muy importante que la libertad de
expresión deba ser “garantizada” por todos los gobiernos democráticos. Dichos
medios están manejados por seres humanos que generalmente tienen opiniones
diversas; muchas veces estas opiniones resultan ser poco imparciales y terminan
manipulando a las personas que les llega esta información.
En otros casos se evidencia la parcialidad expresa ya sea en
pro del gobierno de turno o completamente contrario a él. Pero se observa una
tendencia cada vez más creciente pero indudablemente dañina, sobre todo dentro
de las redes sociales, a tratar de limitar, a toda aquella persona que no sea
político o periodista, que exprese opiniones o criterios que apoyen su pensar
político o social.
Lamentable es constatar que medios de comunicación llamados
"alternativos", también difunden sesgadamente las informaciones, lo
que hace de la exigencia de respeto a este derecho una tarea de primer orden.
Nadie puede ser privado de expresar sus opiniones y su desacuerdo si lo estima
conveniente.
Una persona que incursione en el medio artístico, o un ama
de casa, un estudiante, entre muchos otros, expresa su apoyo abierto a Capriles
o critica al gobierno de maduro (en el caso de Venezuela), tiene inmediatamente
una respuesta insultante y descalificadora. Pero mientras tengamos voz,
pensamiento y fuerzas; aunque sea el
último aliento, tendremos el derecho universal de expresar lo que pensamos,
consagrado en todas las convenciones internacionales.
La “verdad” en muchos casos es difusa, por lo que se termina
convirtiendo en una forma de manejar la mentira, o en muchos casos des calificaciones con expresiones como “están desinformados”; como sucede en
muchas partes del mundo, incluso nuestra
universidad.
Finalmente quedo con más interrogantes que afirmaciones.
¿Será que solo un bando se cree con el poder de la verdad? O quieren
transformar esa gran mentira en una verdad falsa.
Con insultos, me permito si afirmar, que no se logra;
convenzamos con palabras y acciones, con el derecho a opinar y dejar opinar,
refutemos con argumentos que son más fuertes que las des calificaciones.
Diego Armando Quimbayo M.
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